miércoles, 19 de octubre de 2011

Irán y Hezbollah favorecen al terrorismo gracias al Alba, dice un estudio

Ricardo patiño, responsable de la
política exterior del Ecuador
Irán y el grupo terrorista Hezbolá han articulado con la colaboración de países amigos en América Latina, esencialmente Venezuela, un plan estratégico para convertir a la región en una plataforma desde donde seatente a la seguridad de los Estados Unidos.

La semana pasada, el ex Secretario de Estado Adjunto para el Hemisferio Occidental, Roger Noriega y el académico Fernando Cárdenas publicaron un estudio llamado "El montaje de la amenaza de Hezbolá en América Latina".
Este documento fue publicado en el American Enterprise Institute. Ahí los dos especialistas sostienen que, durante los últimos años, Irán, junto con Hezbolá han montado una estrategia diplomática de grandes dimensiones para Occidente.

En este plan, se incluye a Nicaragua y el Ecuador como aliados de Venezuela y miembros de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos, ALBA.

Según este documento, los objetivos de esta estrategia son: sacar a Irán del estado de aislamiento internacional en el que se halla y acceder a recursos naturales estratégicos; socavar la influencia de los EE.UU. en la región, y, establecer una plataforma desde la cual lanzar su guerra en contra de los EE.UU.

Este tema fue reseñado también por la revista Foreign Policy con un artículo que Cárdenas puso en el blog que tiene en esa publicación.

Esta estrategia de Irán y los terroristas de Hezbolá ha sido ampliamente facilitado por el presidente venezolano Hugo Chávez, quien ha servido como el principal interlocutor de los intereses de Irán en la región.

Especialmente con Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales en Bolivia quienes, según Cárdenas en Foreign Policy, han establecido dudosas relaciones con redes y grupos criminales.

En el documento se cita a un testimonio dado por el periodista investigativo Doug Farah al Congreso de los EE.UU., donde se sostiene que estos vínculos han permitido no solo a funcionarios iraníes transitar con mayor tranquilidad en la región sino que los terroristas de Hezbolá consigan protección diplomática. El único objetivo: hacer daño a los EE.UU.

Además, los vínculos de Hezbolá y los cárteles mexicanos de la droga no son nada nuevos, añade Cárdenas. Por años, han estado involucrados en tráfico de droga y de personas en México y en los EE.UU.

Según el reporte de Noriega y Cárdenas, el presidente Chávez ha permitido a Irán que explore una mina de uranio en Venezuela y ha trabajado asiduamente para socavar las sanciones económicas que la comunidad internacional ha impuesto a Irán. Además, sostienen, ha convertido a la isla de Margarita, antes centro turístico, en un paraíso para Hezbolá y sus operaciones en la región.

Uno de los puntos más novedosos del documento es el que habla sobre los nexos del grupo terrorista Hezbolá y los grupos de narcotraficantes mexicanos. Cita algunos documentos secretos de la Policía de los EE.UU. en los que este supuesto nexo se hace evidente.

En esta relación, los carteles tienen acceso a la experiencia de Hezbolá en explosivos y contactos de redes narcotraficantes en medio oriente y Asia del sur. Mientras que Hezbolá, a cambio, puede establecer su presencia en un ambiente donde no prevalece la ley con fácil acceso a la frontera con los EE.UU.

Los autores del estudio afirman que gracias a estas conexiones Hezbolá goza ahora del apoyo "oficial" de los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador.

Los autores del estudio sostienen en su investigación a que al menos hay dos redes terroristas creciendo a una alarmante velocidad en América Latina.

Una es operada por Hezbolá y sus colaboradores y la otra es manejada por lo que se llama la fuerza Qods del Cuerpo de Guardias de la Revolución Iraní. Estas redes llevan adelante más de 80 operativos en la región con mayor enfoque en Brasil, Venezuela, Argentina y Chile.

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